Tensegridad y Comunicación Mecánica.

Dentro del cuerpo existen diversos sistemas interconectados, pero en los últimos años el universo del desarrollo fascial gana nuevas perspectivas. La matriz viva, que abarca campos de energía, esqueleto fibroso y  biomecánico, se estudian en el sistema miofascial.  El cuidado del elemento de distribución de carga y fuerza que soportan carga y presión se observan en las técnicas  fasciales y biomecánicas. En ellas, observamos  el principio de tensegridad, donde la comunicación  mecánica conecta a todas las partes. Este principio preconiza el movimiento calificando las acciones.  La arquitecta del cuerpo interconecta la forma ingeniosa del mismo, adaptando, dejándola ligera y funcional. Cuando nuestro ingenioso sistema de control de movimiento no está saludable,  dejará los tejidos blandos disfuncionales, con adherencias, dolor y exceso de fuerza al movimiento, abriendo el camino a patologías mecánicas. Problemas de postura, visceral y mecánico.  Esto lo puedes prevenir actuando en la Reeducación Postural y somática

La fascia es el tejido biológico que nos mantiene unidos, la red de tejido conectivo. Aproximadamente unos 70 billones de células (neuronas, células musculares, epitelios), todas zumbando en relativa armonía; La fascia es la telaraña 3D de proteínas fibrosas, pegajosas y Fasciawet que las une en su ubicación adecuada.

Nuestro sistema regulador biomecánico es muy complejo y poco estudiado, aunque nuevas investigaciones están llenando el vacío. Comprender la fascia es esencial para la danza entre la estabilidad y el movimiento: crucial en el alto rendimiento, fundamental en la recuperación de lesiones y discapacidades, y siempre presente en nuestra vida diaria desde nuestros inicios embriológicos hasta el último aliento que tomamos.

Las fuerzas físicas de la gravedad, las tensiones hemodinámicas y el movimiento corporal,  juegan un papel fundamental en el desarrollo de los tejidos. Por tal motivo se debe presta atención en los sistemas mecánico que están implícitos en las diferentes actividades físicas. En nuestros talleres proponernos una revisión para intentar situar los mediadores moleculares potenciales de la mecanotransducción (por ejemplo, canales iónicos sensibles al estiramiento, moléculas de señalización, citoesqueleto, integrinas). Bajo está premisa y con fundamentos creamos y estructuramos un innovador modelo.


El modelo presentado se basa en hallazgos experimentales recientes, en donde tiene prioridad el papel celular, a lo que sugiere que las células utilizan una arquitectura de tensegridad para su organización.
Estos principios nos permite la corrección en diferentes sitemas de movimiento que se ocupan para el desarrollo y ejecución de las diferentes técnicas de danza, yoga, gimnasia, entrenamientos funcionales, etc. Todo aquello que tenga que ver con el movimiento corporal.
La tensegridad predice que las células están programadas para responder inmediatamente a las tensiones mecánicas transmitidas a través de los receptores de la superficie celular que acoplan físicamente el citoesqueleto a la matriz extracelular (por ejemplo, integrinas)  también otras células (cadherinas, selectinas, CAM).  
Las señales mecánicas, por lo tanto, pueden integrarse con otras señales ambientales y transducirse en una respuesta bioquímica a través de cambios dependientes de la fuerza. La tensegridad también proporciona un mecanismo para enfocar la energía mecánica en los transductores moleculares y para orquestar y ajustar la respuesta celular.

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