Terapia Bioenergética.

La terapia bioenergética se basa en el trabajo de Wilhelm Reich y fue desarrollada por Alexander Lowen, quien fue alumno de Reich. 5 Lowen desarrolló los enfoques teóricos y clínicos del análisis bioenergético a principios de los años 1950 y 1960.

Lowen se apasionaba por mostrar la importancia del cuerpo en el proceso de psicoterapia y que la mente y el cuerpo están profundamente conectados. La bioenergética se basa en el principio de que una persona experimenta el mundo a través de su cuerpo.

Los ejercicios bioenergéticos están diseñados para ayudarle a tomar conciencia de la tensión muscular en diferentes áreas del cuerpo y comprender cómo esa tensión física puede ser un síntoma de que su mente-cuerpo intenta protegerse contra traumas pasados. 

Un terapeuta bioenergético guiará a un cliente a través de diversas técnicas bioenergéticas que abordan los principios antes mencionados en función de las experiencias y necesidades específicas del cliente. Por ejemplo, los ejercicios bioenergéticos pueden combinar ejercicios de respiración, movimiento y autoexpresión (como el arte o la danza) para superar traumas pasados.

Los ejercicios bioenergéticos suelen incluir ejercicios corporales en los que se realizan movimientos intencionales para identificar y liberar la tensión física del cuerpo. Además, el trabajo corporal se utiliza para reconocer sensaciones físicas y conectarlas con sus sentimientos y eventos estresantes o traumáticos pasados para que pueda superarlos. 

La terapia bioenergética se diferencia de las formas más tradicionales de terapia en que implica hablar y tomar mayor conciencia de las sensaciones corporales. 

Además de la conexión mente-cuerpo, la terapia bioenergética tiene tres principios básicos: 
✓ Puesta a tierra : Estar en el presente y limpiar la energía estancada.
✓ Respiración : Conectando con la respiración
✓ Vibración : Poder experimentar la energía sin restricciones.

De acuerdo  con la Fundación Alexander Lowen, aliviar la tensión muscular crónica es necesario para “superar sentimientos, conductas y actitudes que nos quitan valor a la vida”.  La terapia bioenergética funciona según el principio de que el cuerpo puede curarse a sí mismo a través de esta conexión mente-cuerpo.

La terapia bioenergética puede ayudar a personas con trastornos psicosomáticos (enfermedades que resultan del estrés ) y trastornos neuróticos.

Las terapias bioenergéticas se basan en el principio de que la mente y el cuerpo están conectados y que esa conexión puede explorarse para aliviar la tensión física y emocional.  La terapia bioenergética estipula además que la salud física y mental se afectan mutuamente: lo que sucede en la mente afecta al cuerpo y lo que sucede en el cuerpo afecta a la mente. Dicho de otro modo, un cuerpo sano alimenta una mente sana y viceversa.

Basándose en esta conexión mente-cuerpo, la terapia bioenergética integra funciones corporales como la respiración, el movimiento, la sensación y la expresión para aliviar la tensión física que se cree que contribuye al malestar mental y dificulta el disfrute de la vida.

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